El realismo mágico que Miguel Angel Asturias plasmó en 1930 en “Leyendas de Guatemala” tiene su contraparte en las vivencias reales de muchísimos guatemaltecos que hemos tenido alguna experiencia similar a la que las tradiciones orales nos han heredado por muchas generaciones.
- La Siguanaba
El Sombrerón (Tzipitío o Tzizimite)
El Cadejo
La Llorona
La Siguamonta
La Tatuana
Los nazarenos del barrio de la Recolección
El carruaje de la muerte
Lo que más abunda en Quetzaltenango son las leyendas animísticas de ánimas en pena con sus personajes clásicos: El Sombrerón o Duende, se aparece en las noches en el barrio del Calvario; la Llorona grita en la Cuesta Blanca, al pie de la Cuesta de San Nicolás, el Cadejo "cuida a los bolos de la urbe". Entre los empinados y ensoñadores callejones, la Siguanaba se aparece a los hombres trasnochadores y la Tatuana abre su estaquillo en el barrio de San Bartolomé. Las Animas Benditas recorren las calles del barrio Las Tapias.
También existen procesiones fantasmas en Semana Santa, como la del Cristo del Hospital, que se le oye deambular en las noches del Viernes Santo por el barrio de Pacajá: Se escucha la banda y el rezo de las cofrades mujeres indígenas. No existe barrio que no tenga su casa encantada, como en los barrios de Bolívar, la Cuchilla y Río Seco, que son los más famosos por los entierros y encantos de dinero que se encuentran en los patios de sus añejas casonas. Una de las consejas más difundidas, en la ciudad, es la leyenda de la procesión de muertos el día de finados, que se narra en el barrio de la Transfiguración y cuya variante pervive con mucha vigencia en todo Xela. Se cuenta que una señora del barrio, la noche del primero de noviembre, oyó "una gran rezadera y salió a ver qué pasaba", vio entonces como todas las ánimas venían buscando las casas de sus vivos; por lo que una de estas ánimas le entregó una candela y le dijo que al día siguiente, cuando regresaran al cielo, pasaría por ella. La señora agarró la candela y la guardó en su cofre. Al día siguiente, cuando quiso devolverla, la candela había desaparecido y en su lugar había un hueso largo. Como no pudo hacer nada, estas ánimas se la ganaron y se llevaron a la señora el Día de Difuntos.
La tradición oral mayanse, tanto k'iche' como mam es de una exuberancia compleja. De las leyendas más extendidas en todo el territorio están las de las fundaciones de los pueblos y de los santos patronos. Así, en El Palmar se cuenta que en tiempos pasados, el volcán Santa María hizo erupción, entonces, lo primero que salió del cráter fue el apóstol Santiago "a caballo", "todo chamuscado", él pidió a los habitantes del paraje de la Estancia que lo ayudaran, le dieran agua, le cosieran la ropa quemada y que a cambio él los protegería y se convertiría en su santo patrono. Así lo aceptaron ancianos rezadores o Nima winaq ajch'ab'al, desde entonces El Palmar es protegido por Santiago, no obstante las recientes erupciones del volcán y las crecidas de los ríos.
Vanushca y su Historia de Amor
La mujer de la tumba era la gitana Margarita Mielos, conocida también como Vanushca y dice la leyenda que quien todas las mañana llevaba una rosa roja era su enamorado un joven, 10 años menor que ella, de la alta sociedad de Quetzaltenango. El misterio se hizo grande cuando el enamorado se casó, se fue a vivir a la capital y murió en la mendicidad y a pesar de eso la rosa roja seguía apareciendo sobre su tumba.
La leyenda dice que Vanuscha llegó a Quetzaltenango procedente de España, con un grupo de gitanos que se instalaron en el río de La Ciénega, lo que hoy se conoce como la zona 2.
Durante su estadía entre 1917 y 1918, Vanushca conoció al joven de la alta sociedad de Quetzaltenango. La familia de este joven se espantó con la noticia y a toda costa evitó el romance entre estos jóvenes. Como en la historia de Romeo y Julieta, la familia de los gitanos emigraron a Mazatenango y ante ese alejamiento al que fue obligada, Vanushca opta por tomar una pócima venenosa que le causa la muerte y al morir su padre decide traerla a esta ciudad para darle sepultura y según los registros históricos de la administración del cementerio, la mujer que se encuentra en esa dirección es Margarita Mielos, también conocida como Vanushca, quien murió a los 36 años a causa de una herida gástrica ocasionada por una sustancia química.
El enamorado
Aunque el enamorado era conocido en la alta sociedad quetzalteca, de ese tiempo, se sabe que se casó, luego viajó a la capital donde se gastó su fortuna en licor, no tuvo hijos y murió en la mendicidad.
Icono
En la actualidad mucha gente acude en busca de la energía de Vanuscha, otros le dicen el milagro de amor, para pedir favores especialmente de amor, quienes logran el favor colocan flores sobre su tumba y en ocasiones la pintan. De esa cuenta la tradición de que siempre habrá flores frescas sobre la tumba de Vanushca se mantiene a pesar del paso de los años.
Profanación
En los últimos años la tumba ha sido objeto de varios vejámenes, pandilleros que hacen del cementerio su refugio quebraron la cruz de mármol que Antonio Mielos, padre de Vanushca trajo de Italia. Luego desconocidos instalaron una placa de mármol que desvirtúa la verdadera historia de Vanushca, en la que hacen alusión a una joven de apellidos Barajas Cárdenas que se encuentra en esa tumba y además hace referencia a que su enamorado yace en España, pese a eso la comuna no ha reparado en ese error. Según los registros quien se encuentra en esa tumba es Margarita Mielos, Vanushca.